DEFINICIÓN
Es una rotura o estiramiento excesivos del ligamento cruzado anterior (LCA) en la rodilla. La rotura puede ser parcial o completa.
La rotura del ligamento cruzado anterior se produce al realizar un giro y desplazamiento anterior de la tibia con el pie fijado en el suelo superando los límites fisiológicos de elasticidad y resistencia del ligamento cruzado anterior.
Cuatro ligamentos principales conectan los huesos de la rodilla:
- Ligamento colateral medial (LCM), que corre a lo largo de la parte interna de la rodilla. Evita que esta se doble hacia adentro.
- Ligamento colateral lateral (LCL), que corre a lo largo de la parte externa de la rodilla. Evita que esta se doble hacia afuera.
- Ligamento cruzado anterior (LCA), que está en la parte media de la rodilla. Impide que la tibia se deslice hacia afuera frente al fémur.
- Ligamento cruzado posterior (LCP), que trabaja junto con el LCA. Impide que la tibia se deslice hacia atrás por debajo del fémur.
Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir una rotura del LCA que los hombres.
CAUSAS
Una lesión del LCA puede ocurrir si usted:
- Recibe un golpe fuerte al lado de la rodilla, como puede suceder durante una atajada en el fútbol americano
- Extiende excesivamente la articulación de la rodilla.
- Hace una parada rápida y cambia de dirección al correr, aterrizando de un salto o girando.
El básquetbol, el fútbol, el fútbol americano y el esquí son deportes comunes asociados con roturas del LCA.
Las lesiones LCA usualmente ocurren junto con otras. Por ejemplo, una lesión LCA se da a menudo con roturas de LCM y del cartílago amortiguador en la rodilla (menisco lateral).
La mayoría de las roturas LCA suceden en la mitad del ligamento o el ligamento se separa del fémur. Estas lesiones forman un espacio entre los bordes rotos y no sanan por sí mismas.
SINTOMAS
La sensación de crujido, la impotencia, la cojera, la imposibilidad del apoyo, el flexo de rodilla, el gesto claro de renuncia a la competición, la inflamación articular de aparición rápida, son síntomas que orientan el diagnostico.
Nunca se insistirá bastante, en que toda rodilla con derrame debe ser pinchada y evacuada para ver cantidad, calidad y tiempo de instauración del líquido. El 70% de las hemartrosis de rodilla (sangre roja en el líquido articular, igual que el sangrado nasal) son secundarias a rotura del ligamento cruzado anterior.
La presunción diagnóstica se debe completar con una buena exploración, y con pruebas de imagen como la Resonancia Magnética. En pocos casos es necesaria una artroscopia exploratoria para confirmar el diagnóstico.
TRATAMIENTO
El objetivo del tratamiento de la rotura del ligamento cruzado es evitar la inestabilidad articular, que aparece durante la práctica deportiva y otras actividades físicas que realiza el paciente. Esta inestabilidad de la rodilla, además de condicionar la actividad física, produce degeneración temprana de la articulación con artrosis precoz.
Existen dos tipos de pacientes, los denominados tolerantes, que son aquellos que no presentan inestabilidad y al año de la rotura pueden realizar asintomáticamente todas las actividades que realizaban previamente, incluso deporte de alto nivel; y los no-tolerantes, la mayoría de los pacientes, que presentan episodios de inestabilidad articular con la actividad física.
Aunque en algunos casos un programa de rehabilitación y fortalecimiento de estructuras adyacentes puede ser el tratamiento indicado, en los casos de inestabilidad articular se recomienda la reparación quirúrgica precoz. Esta decisión dependerá de las exigencias físicas de cada persona, su situación basal, las lesiones asociadas y otras circunstancias que individualizan cada caso.
Respecto al tratamiento quirúrgico, existen múltiples técnicas descritas en la literatura y hay muchos aspectos del tratamiento, la prevención y la rehabilitación posterior en los que no está aun claro cual es la mejor actitud. Sin embargos, sobre algunas cuestiones hay un amplio consenso:
- Siempre que sea posible, se prefiere la artroscopia a la cirugía abierta
- Al uso de autoinjertos en la lesión aguda
- La posición y la colocación
- La seguridad en la fijación
- Una movilización temprana